Características de la clase:

Furtivos y precisos, son considerados por notable ventaja los más hábiles en el uso del arco y flecha. Sus formidables brazos les permiten únicamente a ellos tensar a ellos los arcos más firmes, liberando así disparos de un poder y precisión incomparables. Complementan su atuendo con resistentes gorros de cuero en forma de capucha, que prefieren antes que los ruidosos y pesados cascos de metal. Son seres altamente resistentes en el combate, con una constitución física y evasión equiparable a la del Paladín. Así como éste, dominan una gran cantidad de armas para el combate cuerpo a cuerpo, pero la puntería y el daño que infringen con estas son comparativamente menores, así como su habilidad para empuñar escudos se ve reducida ante su concentración por acertar su tiro. Como se ha mencionado es claramente diferente la situación cuando de armas de proyectiles se trata. Así, son los únicos aptos para emplear las flechas más poderosas, que requieren de una maestría reservada únicamente al cazador. Ahora bien, como es de esperarse, su riguroso entrenamiento se centra en el perfeccionamiento de las habilidades, instintos y resistencias físicas, por lo que sus mentes en nada comprenden el arte de la magia, y se defienden de esta portando anillos que reducen el daño que se les causa.

Historia de la clase:

La necesidad de poseer luchadores que puedan desempeñarse en las guerras por la supervivencia obligaron a varios pueblos y razas a convertir el cazador convencional de animales salvajes en maestros del combate, especialistas en armas que puedan dañar al enemigo en la distancia, así como en asaltos y emboscadas. Su presencia en el campo de batalla es de elemental importancia, estratégica, el uso del arco y la flecha en tal escenario trasciende desde los primeros días del reino junto a demás luchadores de otras clases. En muchas partes de la historia se los puede asemejar a los asesinos. Son seres sigilosos, que se ocultan en las sombras esperando el momento indicado para lanzar una flecha y solamente una, ya que con eso les basta.

Magia/Habilidades de la clase:

Su conocimiento sobre las artes arcanas es muy precario, es por ello que se defienden de los conjuros con los preciados anillos de resistencia mágica. Su mayor habilidad en el combate es sin lugar a dudas con las armas de largo alcance, no hay arco que no pueda tensar ni flecha que no pueda disparar. Su precisión y fuerza con el arco es legendaria, se dice que los mejores cazadores pueden derribar a un ogro con tan solo una flecha como también cazar una mosca que reposa en un árbol.
Aunque también son diestros en el combate cuerpo a cuerpo, su habilidad con las armas de corto alcance es limitada, debido a que no pueden portar los tipos más letales de estas. Utilizan el escudo sabiamente, aunque no son demasiado diestros ya que al ser seres calculadores para atacar, suelen olvidar levantar el escudo para defenderse prefiriendo arriesgarse a dar un último golpe letal.
Convirtieron los bosques en sus habitas, debido a que allí es donde perfeccionan su arte y aprendieron a domar a los animales, haciendo de ellos sus leales mascotas, las cuales pueden utilizar en sus combates. Gracias a un riguroso y largo adiestramiento son capaces de potenciar al máximo su sentido de la vigilia y el asecho, reduciendo las advertencias de su presencia al nulo, dominando así, el arte del ocultismo. De esta forma permanecen fuera de la vista de sus presas y contrincantes, desde donde pueden acertar sus mortíferos flechazos. Más aún, si llevan consigo su armadura de cazador. Con ella, pueden permanecer ocultos indefinidamente mientras miden con precisión y calma sus disparos, inadvertidos por los ojos de sus enemigos.

Relación con las aventuras:

Si el cazador sale en busca de aventuras generalmente busca lugares donde mejorar su habilidad con el arco y donde pueda utilizar sus habilidades de ocultismo correctamente. No le teme al peligro, como tampoco a la oscuridad ni a la muerte. Es un excelente amigo si estás dispuesto a llevar a cabo una travesía peligrosa y con una abultada recompensa. Si no, ten cuidado, uno nunca sabe con la clase de cazador que se puede llegar a encontrar.

Alineamiento más común:

No tienen un bando definido, ya que no siguen principios del bien o el mal. Su enseñanza es lo que los hace decidir el camino que tomar. Pueden servir tanto al Ejército Real como a las Fuerzas Caóticas, pero también, pueden deshonrar a sus superiores, sin medir las consecuencias.

Raza más común:

Al requerir una fuerza descomunal para tensar los mejores arcos y poder resistir los ataques de los rivales hasta el momento del ataque preciso, hace que los enanos sean la raza predilecta de esta clase. Sin embargo, estos no poseen una buena relación con la naturaleza, por lo que es raro ver a un enano que tenga de mascota animal algo más grande que una rata.
Por esto podemos ver (aunque raramente) cazadores elfos y humanos, que eligen el camino de la agilidad y el carisma. De esta manera se convierten en guardianes de los bosques y estepas donde habitan, prefiriendo hacerse de la ayuda animal para combatir que de su propia fuerza.

Trasfondo:

Los cazadores especializados en el combate raramente son entrenados en centros de formación, academias o por alguna milicia en particular. Una austera vida en la intemperie, ya sea dentro de espesos bosques o en las extensas estepas de los llanos, les prepara físicamente para el acecho de una gran gama de bestias y monstruos. Un buen espécimen de su clase posee nervios tan fuertes como la tensa cuerda de su arma predilecta, de carácter duro, combinado con la sutileza de su agilidad necesaria para cumplir con cualquiera de sus tareas. Se les encuentra en cualquier pueblo debido a su importancia dentro de los mismos, ya sea como soldados a cargo de la defensa o mismo para la proveer a los habitantes de alimento luego de una jornada de cacería en los alrededores.

Clases en la sociedad:

Si bien los cazadores no permanecen mucho en las ciudades, el arribo de los mismos provoca preocupación. Cuando un Cazador se encuentra listo para el combate, es razón de dos motivos: -O se avecina una oleada de maldad a las Ciudades más habitadas; o, como todo enano de mal genio, buscará revancha con alguna criatura y/o enemigo.

Predominan en un lugar bastante privilegiado dentro de las filas del actual Magistrado, Tancredo, como en la Legión Oscura del Demonio. Son pocos los que se atreven a enfrentarlos, ya que una flecha en el lugar indicado, podría acabar hasta con el más hábil y fornido guerrero.

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